viernes, 8 de marzo de 2013

Marea estancada


El mar ha quebrado su movimiento,

tan solo la brisa trae un recuerdo

que arrastra salitre y tormento.


Soy el único habitante aquí,

hace tiempo que todos marcharon

en busca de su propio paraíso.


Las olas habitan en el abismo,

creado por sus huellas desdibujadas

en el momento de la despedida.


Ya no quedan adioses ni pretextos,

solo arena y conchas rajadas

que hieren la falda de nuestra playa.


Resido en la sombra del olvido,

al abrigo de la tormenta,

aguardando que amaine el temporal.


La luz del faro dejó ya de iluminar

los filos de aquellos acantilados

que nunca dejaremos de caminar.