Recogí tus silencios
esparcidos sobre la mesa,
mientras me recordabas
que el mañana solo era
un vestigio del ayer.
Enmudecí antes de hablar,
no supe replicarte y
derramé mi memoria
en las sobras del presente.
Las uvas del pasado
Son el vinagre del hoy
Y las manchas del mañana.
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