jueves, 17 de junio de 2010


He perdido la cuenta de los minutos que han pasado, de los malos momentos que me han visitado, de los interminables inviernos que pasan factura a mi integridad.
No puedo calcular los cigarros que he invertido entretanto, los días y las horas han volado como aves migratorias, sin mirar hacia abajo mientras sigo en mi playa observando como pasan de largo estación tras estación.
Ahora ha llegado el calor y con el todo se ve desde una perspectiva más optimista, el tiempo no se escurre entre mis manos mojadas sino que se queda en ellas aguardando el momento perfecto para marchar al paso establecido por una chica ataviada de sol y verano que sin devolverme la mirada me arroja al otoño de mis sentidos, a arrancar las hojas de mi almanaque hasta el día en que nuevas aves y chicas traigan el buen tiempo a mi playa.

3 comentarios:

  1. Sí, las mujeres son lo más hermoso que florece con el verano.
    Estoy deacuerdo.

    Muy bueno tu escrito, saludos.

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  2. A veces es curioso como odo depense del estado de animo de uno y de como se vean las cosas... a veces ese buen tiempo llega cuando uno menos lo espera... es lo curioso de esta vida... Hay emociones para todos.
    Saludos!!!

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  3. Me encantaria vivir en un verano continuo pero a veces el invierno llega sin avisar, asi que a vivirlo.

    Saludos!

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