martes, 18 de mayo de 2010

Letras Tóxicas




He de reconocer que nunca he sido un gran lector, prácticamente siempre he leído por obligación y con desgana, pero de un tiempo hasta ahora he encontrado mi propia mescalina encerrada en un puñado de páginas amarillentas y mecanografiadas.
Conseguí dar con mi nueva y productiva adicción de la manera más simple y típica en la que uno se adentra en una droga, influenciado por la gente, me nombraron un dealer más muerto que vivo, aficionado al vino y a los toros, del que creo recordar que llamaban Hemingway. Después de probar su mercancía me vi envuelto en una espiral de evasión que no había conseguido con otras sustancias, hasta la fecha, y me fue presentando poco a poco a algunos compañeros de profesión que podían conseguirme cierto material que consiguiera afianzar mi dependencia. De esta manera fui conociendo a los traficantes de palabras más sórdidos y oscuros ,como Bukowsky, y los más elegantes delincuentes de guante blanco de la pluma como García Marquez o Borges.
Lo admito, soy una persona fácil y que siempre quiere más, por eso estoy orgulloso con el hallazgo de mi nueva droga, que produce miles de efectos diferentes en mi mente.Me da las dosis que necesito para evolucionar y no quedarme encerrado en mi mundo, aportando la evasión que me hace olvidar todo lo desechable del dia, la crudeza con la que permanecer pisando la arena de nuestra realidad, la dosis afrodisiaca que pervierta mi cabeza lo necesario y tantas otras que mi escaso vocabulario no alcanza a describir.
Si buscas una nueva droga más barata y menos perjudicial, no hace falta que recorras callejones ni arriesgues ni la bolsa ni la vida, ve directo a la librería y desenpolva tu nueva y bella perdición. Buen viaje!

1 comentario:

  1. ¡Así es! A leer se ha dicho. La más oscura y bella de mis adicciones, la lectura.

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